Más de 150
institutos exigen la jornada intensiva
27 Febrero 12 - - Noelia
Ramírez
BARCELONA- Los
institutos de Secundaria quieren finalizar su jornada antes del mediodía a
partir de septiembre. Así lo están haciendo saber a través de una iniciativa
auspiciada por el sindicato Aspepc-Sps, en la que más de 150 centros se han
inscrito para reclamar a la conselleria de Enseñanza el fin de la jornada
partida, una medida que, según han calculado, podría suponer un ahorro de 20
millones de euros.
El debate sobre el horario de los centros de ESO no es una novedad educativa. El curso pasado, la consellera Irene Rigau insistió en que «este tema descansaba» tras meses de debate. Los sindicatos exigían un horario intensivo que transitase entre las 8.30 y las 13.30 horas –con actividades extraescolares en el centro después de comer hasta las 18.30 horas–, pero la conselleria no llevó a buen puerto la propuesta y los centros de ESO tuvieron que aceptar dos tardes lectivas a la semana.
Sólo cinco institutos consiguieron entrar dentro de un plan piloto para medir la capacidad pedagógica del cambio de horario y un IES más, el Damià Campeny de Mataró, ha logrado la jornada intensiva para el curso que viene. Los ánimos, no obstante, no han decaído y la propuesta sigue en marcha entre docentes y familias. Además de la iniciativa a la que se suman casi 200 centros, y que sigue aumentando cada semana, enla Anoia , todos los centros de
Secundaria, once en total, ya están dialogando con las asociaciones de padres
para valorar la viabilidad de hacer jornada intensiva. «Pedimos acabar entre
las 14.00 y las 15.00 horas, Cataluña sigue siendo la única comunidad que
todavía estudia con jornada partida en la ESO », lamentó Xavier Massó, portavoz de Aspepc.
Los sindicatos tienen claro que, por ahora, Enseñanza no aceptará. «Será la presión social la que lo logre, si llegamos a 300 centros generaremos una atmósfera de debate que obligue a poner cara y ojos a la propuesta». Los docentes defienden, además, que la medida mejorará la organización de los centros y los problemas de disciplina entre los alumnos, que se dan, sobre todo, por la tarde.
El debate sobre el horario de los centros de ESO no es una novedad educativa. El curso pasado, la consellera Irene Rigau insistió en que «este tema descansaba» tras meses de debate. Los sindicatos exigían un horario intensivo que transitase entre las 8.30 y las 13.30 horas –con actividades extraescolares en el centro después de comer hasta las 18.30 horas–, pero la conselleria no llevó a buen puerto la propuesta y los centros de ESO tuvieron que aceptar dos tardes lectivas a la semana.
Sólo cinco institutos consiguieron entrar dentro de un plan piloto para medir la capacidad pedagógica del cambio de horario y un IES más, el Damià Campeny de Mataró, ha logrado la jornada intensiva para el curso que viene. Los ánimos, no obstante, no han decaído y la propuesta sigue en marcha entre docentes y familias. Además de la iniciativa a la que se suman casi 200 centros, y que sigue aumentando cada semana, en
Los sindicatos tienen claro que, por ahora, Enseñanza no aceptará. «Será la presión social la que lo logre, si llegamos a 300 centros generaremos una atmósfera de debate que obligue a poner cara y ojos a la propuesta». Los docentes defienden, además, que la medida mejorará la organización de los centros y los problemas de disciplina entre los alumnos, que se dan, sobre todo, por la tarde.
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